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Por gentilaza de Carbones Velilla, información académica de los distintos tipos de carbón,

El carbón que corresponde al combustible fósil es aquel que conocemos como carbón mineral. Se extrae desde minas bajo tierra, y no necesita ser refinado para utilizarse. Los diferentes tipos de carbones naturales, se clasifican según su contenido de carbono fijo. La turba, la primera etapa en la formación de carbón, tiene un bajo contenido de carbono fijo (entre 30 y 60%) y un índice de humedad que en ocasiones supera el 50 por ciento. Es un combustible pobre (4000 cal/g), porque su poder calorífico es poco mayor que el de la leña. El lignito, el carbón de peor calidad, tiene un contenido de carbono mayor que la turba, que oscila entre el 60 y 80 por ciento. Los mejores alcanzan un poder calorífico de 6000 cal/g. Es un combustible que se utiliza cuando no hay otro carbón La hulla, carbón de piedra o más familiarmente, carbón; que tiene entre un 80 y un 90 por ciento de carbono, y se conglutina al arder. Su poder calorífico es de 7000 cal/g. La antracita es el carbón con el mayor contenido en carbono (supera el 95%) y el máximo poder calorífico (8000 cal/g), pero posee un bajo nivel de materias volátiles, entonces quema mal. Para que su llama corta y azulada no se apague, se necesita una fuerte corriente de aire. La presión y el calor adicionales pueden transformar el carbón en grafito, que es prácticamente carbono puro. Además de carbono, el carbón contiene hidrocarburos volátiles, azufre y nitrógeno, así como diferentes minerales que quedan como cenizas al quemarlo. Cada denominación comprende numerosas variedades y subvariedades: no hay un único carbón, sino muchas clases de carbón. Coque, residuo duro y poroso que resulta después de la destilación destructiva del carbón. El coque se emplea como agente reductor para la fundición de hierro y como combustible; tiene un color gris negruzco y un brillo metálico. Contiene fundamentalmente carbono, alrededor del 92%; casi el 8% restante es ceniza. El valor calorífico del coque es muy elevado. El coque era antes un subproducto de la fabricación de gas de alumbrado. Sin embargo, el crecimiento de la industria siderúrgica llevó a un aumento de la demanda de coque metalúrgico, con lo que fue inevitable que pasara a fabricarse como producto principal. Carbón vegetal. Es el que se obtiene mediante la combustión incompleta de la madera. La carbonización de la madera se realiza en hornos o en las antiguas «carboneras», consistentes en una pila de leña cubierta de tierra y con orificios que se abren o se cierran para controlar el caudal de aire a fin de que la combustión no se detenga. El calor producido por la combustión de una pequeña parte de la madera apilada produce la carbonización del resto. Este combustible arde con mucha facilidad, contiene pocas impurezas y su potencia calorífica es de 8000 Kcal/kg, por lo que era muy utilizado para tratamientos térmicos de metales y para cocinar, sobre todo el carbón de maderas duras como la encina. En la actualidad el carbón vegetal se utiliza muy poco debido a la escasez de madera y a su elevado precio. Carbón mineral. Se generalizó su utilización en el siglo XVIII con la revolución industrial, debido a que la naciente industrialización exigía grandes cantidades de combustible. Se encuentra en el subsuelo a diferentes profundidades formando vetas de diferentes tamaños que proceden de la carbonización El carbón animal es otra forma de carbones artificiales. Es negro animal o carbón de huesos, resulta del calentamiento de huesos animales desgrasados, al abrigo del aire. Contiene apenas 10% de carbón fijo. Es un excelente adsorbente, que decolora bebidas y melazas azucareras. Por ejemplo, el vino filtrado a través de carbón animal adsorbe los colorantes disueltos. También, dentro de los carbones artificiales, podemos encontrar los carbones aglomerados. Se consiguen empastando polvo y pequeños trozos de carbones naturales o artificiales con alquitrán y brea. Su poder calorífico depende de los ingredientes pero en general es aceptable. Tienen dos innegables ventajas: recuperan desechos de bajo valor comercial, por su forma de briquetas , facilitan el transporte y el almacenamiento.